¿Y qué pasó cuando dejamos de funcionar?
- María Fernanda Martínez Valdepeña
- 20 jul 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 jul 2021
Escrito por: María M.
Aún me acuerdo del día que nos conocimos. Era 15 de septiembre, estábamos festejando la Noche Mexicana en casa de mis amigos y llegaste tú, por pura casualidad. No te puse atención, estaba ebria y me divertía jugando al beer pong.
Días más tarde te invité a otra fiesta, en un antro. Iban a estar todos. ¿Casualidad? ¿Destino? No lo sé, solamente te invité.
Esta es una carta para ti, quién más me ha enseñado cómo es amar, cómo es poner límites, cómo es el amor propio, cómo es el amor a distancia, cómo es vivir en pareja y más cosas.
No puedo escribir tu nombre, menos inventarlo como lo hago en mis otras entradas de blog.
Vivimos seis meses juntos, fuimos novios justo un año. Seis meses de la cuarentena estuvimos el uno para el otro. Lloramos, nos gritamos, reímos, hicimos el amor como locos, cocinábamos, íbamos a cenar, veíamos series, películas, jugábamos al Monopoly.
Pero un día dejamos de funcionar.
Dejamos de funcionar.
Los días llenos de risas, amor, pasión, deseo y esas ganas de construir un futuro juntos se fueron.
Perdón por haberte engañado, perdón por haberte lastimado, perdón por no haberte dado tu lugar.
Es tarde, lo sé.
Después de ocho meses, no culpo a ninguno de los dos.
Pero, ¿qué pasó cuando dejamos de funcionar?
Yo lloré.
Me emborraché.
Fumé a lo desgraciado.
Engordé.
Fueron meses duros, tristes, deprimentes y llenos de ansiedad, pero creo que era la catarsis que necesitaba en mi vida.
Soy diferente.
Espero y deseo que estés bien, que estés creciendo, que logres todo lo que un día me contaste.
Gracias por tanto amor.
Con cariño,
Taquito.
Comentarios