Un tarde de mariscos

Escrito por: María Martínez

Fue una tarde de abril cuando me invitó por primera vez a comer. Pasó por mí a mi casa, me abrió la puerta del coche y nos saludamos de beso. Me sudaban las manos, y no sabía cómo referirme a él. Existen 21 años de diferencia entre nosotros, ¿era un "tú" o un "usted"? Estaba muy confundida.

La platica era amena, conversamos de mi vida, de su vida.

Reíamos mucho, como hasta la fecha lo seguimos haciendo.

Fuimos a un lugar alejado de la ciudad, muy dentro de nosotros no queríamos que nadie nos viera. Era como cometer un delito.

Atravesamos el restaurante, era un lugar rústico. Se podía contemplar una pequeña laguna, habían niños jugando.

Pedí una cerveza y un agua mineral.

Él, también pidió una cerveza.

Las platica continuaba, parecía que era real el interés que existía de su parte.

Pedimos de comer mariscos.

Aún no sabía lo que estaba por venir.

Te recuerdo con amor cada día.