Papá, tú también me lastimas.

Por: María Martínez.

Papá, tú también me lastimas.

He ido a terapia a sanar esas heridas pero por más que he tratado de hablarte sobre esto, siempre minimizas mis emociones.

Papá, ¿te acuerdas cuando era niña? ¿Te acuerdas como preferías a tu sobrina que a mi, que soy tu hija?

Papá, ¿Te acuerdas que una vez que estabas peleando mi mamá... te bajaste del carro y me dejaste ahí sola? Tu y mi mamá me dejaron sola en el carro. Papá, tenía 11 años.

Papá, tu dices que te lastimo cuando te reclamo por todo lo que pasó cuando era niña, pero tu también me lastimas, me lastimaste.

Papá, ¿Te acuerdas cuando me decías que estaba gorda? Tuve bulimia durante 10 años porque buscaba tu aprobación, porque quería ser flaca, porque quería que no me dijeras que estaba gorda.

Papá, tu también me lastimas y tal vez te pido demasiado.

Papá, ¿te acuerdas cuando me dijiste que me olvidara de que tenía un padre si salía embarazada antes de tener una carrera?

Papá, me da tanta tristeza y tanto coraje que siempre pongas a tus hijos primero y a mi después. Me da tristeza que siempre pongas primero a otras personas antes que a mí.

Papá, ¿te acuerdas cuando era niña y te decía que si te divorciabas de mi mamá me quería ir contigo? Yo siempre te he elegido a ti, papá, siempre. A pesar de todo, siempre te elijo a ti.

Papá, tu también me lastimas y a pesar de todas las veces que lo has hecho siempre elijo amarte, amarte más y más y elijo entenderte.

Papá, tu también me lastimas y lo único que pido a gritos es que me digas que lo sientes, que sientes haberme lastimado.

Papá, yo también te he lastimado y he pagado por eso. ¿Cuántos días no dejabas de hablarme? ¿Cuántos días no me ignorabas? Papá, me hacías la ley del hielo.

Papá, perdón por todas las veces que te idealicé, perdón por haberte lastimado, perdón.

Papá, tu también me has lastimado.