Hora de decir adiós.
- María Fernanda Martínez Valdepeña
- 21 jun 2022
- 2 Min. de lectura
Por: María Martínez.
Durante más de dos años he vivido en esta avenida...
No mentiré, la primera noche que pasé aquí no pude dormir porque no dejaba de llorar. Extrañaba mi antigua casa, mi antiguo cuarto, mi cama. Era tanta mi desesperación y llanto, que tomé mi auto y manejé hasta el lado sur de la ciudad para volver a dormir ahí por última vez.
Llegué a la casa de mi anterior pareja, mi casa y cuarto ya habían sido ocupados, sin embargo, quería volver al sur... Seguía llorando desesperadamente. Llamé a él, me abrió, me abrazó y después de unos minutos me regañó por no medir el riesgo de manejar a altas horas de la noche del norte al sur de la ciudad.
No me importó.
Quería estar en el lugar donde viví por cuatro años y medio.
Quería no sentir miedo por el cambio.
Al otro día volví.
Volví a la casa sobre la avenida Colón 329.
Ordené toda la mudanza.
Solo éramos esa habitación y yo.
El llanto continuó.
Dos años y medio después sigo aquí, pero es momento de decir adiós.
Esta casa y este cuarto vivieron muchas cosas conmigo.
Noches de risa, de llanto, enojos... vivieron demasiadas emociones.
Pero también muchos aprendizajes.
Esta casa vio ese renacer que en algún momento deseé tanto, y que claro, sigo trabajando.
Esta casa vio ese último adiós.
Esta casa vio ese llanto por desesperación por no dejarlo ir.
Esta casa vio mi renuncia a ése trabajo tóxico.
Esta casa vio mi nuevo empleo.
Esta casa vio tantas cosas.
Esta casa fue testigo de mucho.
Pero es momento de decir adiós.
Te extrañaré, pero siempre te llevaré en el corazón.
Con amor,
Fer.



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