Gracias por irte.

Por: María Martínez

No puedes volver a mi vida como si nada hubiera pasado. No puedes venir a decirme que me extrañaste después de haberte ido sin darme una explicación. No puedes decirme que me quieres después de dejarme así.

Octubre fue el mes donde recibí un mensaje.

Hola, Marina.

Sé que hace un buen tiempo no sabes nada de mi, me fui de tu vida sin darte una explicación y ahora me he armado de valor para hablarte y decirte todo.

Ese fue el mensaje que recibí.

Quedé pasmada. No esperaba un mensaje así, no después de un año.

¿Qué se debía contestar a eso? ¿Qué debía hacer?

Contesté.

Jacobo.

Honestamente, no me interesa saber sobre ti ni los motivos por los que te fuiste de mi vida sin darme una explicación. Me tomó meses estar así, como estoy ahora. Te pido, por favor, que no me vuelvas a buscar, que no me vuelvas a escribir. Mi vida sin ti fue mejor.

Abrazo

Mandé ese mensaje.

Me sentí bien. Estaba en un momento de mi vida donde había sanado muchas cosas y había perdonado a muchas personas. Él, era una de ellas pero aún así, no lo quería en mi vida.

Borré su chat, bloqueé la pantalla de mi celular y di un gran respiro. Me sentía plena, me sentía feliz.

Jacobo, gracias por haberte ido de mi vida.