Fuimos Momentos
- María Fernanda Martínez Valdepeña
- 4 oct 2021
- 2 Min. de lectura
Por: María Martínez
Una carta a quien un día me robó el aliento y ahora solo es el recuerdo de un momento.
La lluvia inunda una ciudad con más de ocho millones de personas habitándola. Muchos coches están detenidos, probablemente no se alcance a distinguir nada desde adentro de él. Pareciera que estamos viviendo una especie de Apocalipsis. Nunca se había presenciado una lluvia tan fuerte. La gente grita, toca el claxón, llaman por teléfono seguro para avisarle a alguien que van retrasados y otros solo se dedican a mal decir.
En fin, me importa un carajo.
Estoy percibiendo todo desde la ventana de mi cuarto mientras me fumo un tabaco y tomo una copa de vino rosado en viernes por la noche. La ventaja de trabajar desde casa es que puedo reírme de este tipo de situaciones. Qué mala soy aveces.
Alguien toca la puerta de mi departamento. ¿Quién podrá ser? Con tremendo tráfico y la ciudad en crisis por la tormenta no me esperaba esto.
Me pongo brassier y abro la puerta.
Es él, el vecino de abajo.
El que un martes 27 de noviembre me topé por primera vez en la puerta del elevador.
El que me invitó un viernes 30 noviembre a cenar a un restaurante japonés.
El que una madrugada del primero de diciembre subió conmigo en el elevador.
El que esa misma madrugada me acompañó a la puerta de mi departamento.
Es quien los últimos 12 meses me hace sentir mariposas cuando me escribe.
Es quien me visita todas las noches para fumarnos un tabaco y en ocasiones hacer el amor como locos.
Es quien a veces va por mí al aeropuerto cuando salgo de viaje.
Es quien me hice sentir algo… diferente.
Es el hombre que me dobla la edad.
Es el hombre divorciado.
Con tres hijos.
Con alma de joven.
Es quien me vuela la cabeza.
Quien me vuela el corazón.
Es quien me dice que me ama pero por una extraña razón nunca le creo.
Es quien me hace pensar en que dos almas se encontraron en una época donde no les correspondía.
Es quien me dice que somos momentos.
Y sí, esta noche, es nuestra última noche.
Fuimos momentos...
R.
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