El Salón Candela

Por: María Martínez.

Ubicado en la avenida Javier Mina, en Zapopan Centro está "El Salón Candela", una taberna tropical que es famosa entre los jóvenes. Un lugar ameno para ir una tarde con amigos a disfrutar de un par de cervezas, unos chejuinos e incluso unos mezcales.

Sin duda, El Salón Candela es un lugar que visitaba con frecuencia cuando vivía a unas cuadras de ahí.

Lo recomendé en muchas ocasiones, incluso lo sigo haciendo aunque ya no lo frecuente tanto. El Salón Candela en verdad es un lugar tan agradable por la atención al cliente, el ambiente, las bebidas, la comida, todo.

En distintas ocasiones me levanté junto con mis amigas a bailar al ritmo de la música mientras bebíamos cerveza y mezcal. ¡Vaya experiencia! Podría definir esas noches como "Noches de XV años en el Salón Candela", porque la música es tan buena que yo, me siento en una fiesta de XV.

Pasé muy buenas tardes y noches en El Salón Candela, llevé a muchas personas que no lo conocían y lo demás es historia y recuerdos increíbles.

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Hace un par de meses decidí descargar Bumble, la app de citas.

La verdad es que no tenía ninguna expectativa con ésta. No era la primera vez que la descargaba así que sabía lo que me esperaba.

La misma plática de siempre, ¿a qué te dedicas?, ¿qué te gusta?, ¿vamos por unos tragos?, ¿por qué estás aquí?, bla bla bla.

No esperaba nada.

Cancelé dos citas; una con un chico que no me acuerdo ni de su nombre y otra con un árabe. ¿Por qué las cancelé? No lo sé, una hora antes de verlos tomaba el teléfono, abría la app y les decía que tenía Covid.

En fin.

Era abril, hacía calor en la ciudad y sí se me antojaba una cerveza o un chejuino del Salón Candela.

Una noche, creo, hice match con una persona que a simple vista me pareció atractiva, con un signo zodiacal bastante compatible con el mío, altura ideal, gustos en común, why not?

La conversación fluía como la mayoría, las mismas tontas preguntas, pero con una persona diferente.

Como mencioné, no tenía ninguna expectativa y tampoco estaba buscando algo serio. Vamos, en pleno 2022 las personas no suelen buscar el verdadero amor en una app (desde mi percepción), buscan coito, pasar el rato, darse unos besos... buscan todo, menos una relación.

Y en ese punto estaba yo, buscando todo menos una relación.

Bueno, pues platiqué con esta persona unos dos días por la app hasta que me pidió mi teléfono, nada nuevo.

Conversamos muchísimo esa semana, nos mandábamos audios y bueno, el día a día de cada uno era contado a través de textos y fotografías.

Llegó el viernes, venía de mi cita mensual con la nutrióloga y aún estaba a tiempo de tomar mi clase de corssfit.

Salí y había un mensaje.

¿Cenamos hoy para conocernos?

- No puede ser verdad, con la ansiedad que me da salir y tener una conversación que he tenido muchas veces con una persona que ni conozco...- pensé- Bueno, ¿qué mas da? Ya sé dónde terminará esto así ya qué-.

Acepté salir esa noche con él.

¿Qué podía salir mal? Nada, la verdad nada.

¿A dónde podemos ir?

- Vamos al Salón Candela - sugerí.

En ese momento, vi el Salón Candela como mi safe place. Era un lugar que ya conocía, estaba muy cerca de donde vivía y de alguna u otra forma, sentí que debía conocerlo ahí.

Decidí tomar un Uber para llegar a tan increíble lugar, sin embargo en cuanto llegué el miedo me envolvió, no me quería bajar del auto.

Afortunadamente y con mis nervios, le conté al chofer la breve historia de cómo había decidido ir al Salón Candela a conocer a mi Bumble Date. En cuanto le pedí que por favor me regresara a mi casa, que no bajaría a conocerlo me dijo que no, que ya estaba ahí, qué tal vez estaba perdiendo la oportunidad de conocer a alguien que podía cambiar mi vida.

- Pinche gente loca- pensé- ¿cómo alguien de una app puede cambiar mi vida? - seguía pensando.

Amiga, no pierdas esta oportunidad. Voy a terminar tu viaje pero te estaré esperando aquí mismo. Baja, ve si sí es esa persona y si no, aquí te estaré esperando.

No volví.

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Conocí a Roberto un 22 de abril en El Salón Candela.

Ese 22 tomamos un par de cervezas ahí y fumamos algunos tabacos.

Nos quedamos hasta que cerraron.

No pudimos bailar pero tuvimos una gran conversación, una conversación que fue más allá de una primera date de Bumble.

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Tiene unos meses que dejé de vivir cerca de ahí.

Hace unos días volví al Salón Candela después de aquella primera Bumble date

Volví con Roberto, ambos, de la mano, siendo novios.

Volví con una sonrisa en los labios, con el corazón latiendo, sin miedo.

Nunca esperé terminar así.

Al contrario, no creía en que eso de verdad pasara.

El Salón Candela es se lugar que se llevó el honor de ser testigo de aquella primera conversación en persona con Ro.

Gracias.