top of page
Buscar

El Fin de la Noche

  • Foto del escritor: María Fernanda Martínez Valdepeña
    María Fernanda Martínez Valdepeña
  • 3 jul 2024
  • 4 Min. de lectura

Por: Mafer.


Las luces eran intensas. Apenas y se podía ver con claridad, lo único que tenía seguro en ese momento era que ella sostenía mi mano muy fuerte. El bullicio era muchísimo, la gente bailaba y nos empujaba. No se podía hacer nada en aquel bar con olor intenso a tabaco.


Como pudimos nos acercamos a la barra para pedir un par de cervezas y mezcales. Queríamos pasarla bien y disfrutar lo que sería nuestro último fin de semana juntos sin nosotros saberlo.


-¿Por qué no me has besado aún?- volteó a verme y me dijo muy segura de sí.


No podía quedarme sin decirle nada. Ma estaba retando. Quería que la besara y yo quería besarla. Quería sentir sus labios tan suaves sobre los míos. Quería pegarla contra mi pecho y sentirla. Quería volver a hacerle el amor como hacía un par de horas.


-Marina, muero por besarte pero sabes que estamos en un lugar público y tenemos un acuerdo. No besarnos ni tener muestras de afecto delante de otras personas. ¿Te acuerdas?-, dije con un nudo en la garganta.


Odiaba esa regla, odiaba que Marina tuviera todo tan limitado entre nosotros. Por una puta vez que le dije que no buscaba una relación.


-Qué mal, tenía ganas de que me dieras un beso como el que me diste cuando terminamos de coger-, dijo ella.


Mierda. ¿Cuando terminamos de coger? Esta chica si que era cruda. No le importaba ni poquito lo que yo sintiera. Estaba molesto, mis sombras en ese momento se apoderaron de mi y lo único que pude decir fue que extrañaba a mi ex novia.


Hubo un silencio incómodo entre los dos, la música electro seguía en el fondo, la gente continuaba bailando, fumando y tomando cerveza barata.


-Pues deberías buscarla si la extrañas. Hablen y arreglen las cosas, aún hay manera de volver si tu y ella lo quieren-. Su respuesta fue inesperada, calmada y muy serena.


-A la mierda, Marina, tengo que besarte, me muero de ganas, me importa un carajo tu estúpida regla-, dije sin pensar, habló mi impulsividad.


La tomé por la cintura, la acerqué a mi y puse mis labios sobre los de ella. No la tomé por sorpresa, ella, igual que yo, deseaba y moría por besarme, por sentirme. No me importó en lo absoluto que estuviéramos rodeados de personas, le besé con tanto deseo que incluso metí mi lengua a su boca y la recorrí, ella hizo lo mismo con su lengua, la metió lo más que pudo a mi boca.


Pude sentir como poco a poco iba teniendo una erección, mi cuerpo reaccionaba inmediatamente cada vez que la tenía cerca de mi. Ése viernes habíamos hecho el amor tres veces y necesitaba volver a hacerlo por cuarta vez. Necesitaba volver a estar dentro de ella, sentir sus pechos desnudos, verla sobre mi.


-Llévame a tu casa, estoy muy mojada-, dijo entre dientes.


A la mierda, la tomé de la mano y atravesamos el bar lleno de gente, no tardamos ni dos minutos en salir cuando pasó lo peor, lo inesperado.


-Horacio, necesito decirte algo antes de que nos vayamos a tu casa-, fueron sus palabras.


-¿Qué pasa, Marina? Ya estoy pidiendo el Uber. Puta madre, tengo unas ganas de hacerte mía, me encanta sentirte, besarte-, dije completamente excitado. No me importó quién pudiera escucharme.


-¿Sigue en pie el hecho de que ninguno quiere una relación, verdad?-.


Puta madre.


-Marina, mañana hablamos de eso, por favor-, dije.


¿Qué puta clase de pregunta era esa? ¿Acaso ella quería algo conmigo? ¿Quería ser mi novia? ¿O tal vez ella quería verse con alguien más? Miles de preguntas llegaron a mi cabeza en ese momento y la erección comenzó a bajarse.


-No, necesito que sea ahorita, Horacio. Me confundes. Me hablas todos los días, me mandas fotos, te mando fotos, nos contamos lo que pasa en el día y yo no me siento bien con eso porque no es lo que dos personas que son frees hacen-, sentí como todo se venía abajo cuando ella dijo todo eso.


En ese momento sentí el fin del mundo.


-¿Es que tu quieres una relación conmigo? Te dije que yo no quería nada de eso, te dije que no era una persona de relaciones, ni siquiera he superado a mi ex novia. ¿Por qué me haces esa pregunta? Nos la llevamos bien, nuestras pláticas son muy chidas, el sexo está increíble, ¿por qué tienes que preguntar eso? - dije furioso, noté como ella me veía tan tranquila.


-Oye, relájate, creo que es una pregunta bastante válida. No tienes que ponerte así, solo es responder sí o no-, proyectaba mucha paz con sus respuestas.


A la mierda.


-Súbete al Uber-, dije en cuanto vi que el Nissan Versa color gris llegó.


No dijimos ni una sola palabra cuando llegamos. Marina se metió al baño, salió desmaquillada y con la pijama puesta. Mierda, qué ganas tenía de hacerla mía otra vez.


__


Tenía algo de resaca cuando desperté. Lo primero que vi fueron mis botas en el suelo y mis pantalones al lado de éstas. Sobre mi buró había un vaso con agua y una nota. Me di la vuelta, quería hablar con ella sobre lo ocurrido pero no estaba.


Me levanté para buscarla y no estaba.


Su pequeña maleta tampoco estaba. No había rastro de ella por ningún lado así que entendí por qué había una nota en el buró.


"Todo ha sido precipitado entre nosotros dos.

Gracias por todo, que la vida siga siendo buena contigo y te deseo siempre lo mejor.


Sé feliz siempre.


Marina".


¿Qué mierda era esto? ¿Se fue y no dijo adiós? ¿Se acabó esto? Qué pinche manera de decirme cortarla.







 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

3315858420

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2021 por Mafi's Blog. Creada con Wix.com

bottom of page