El dolor pasajero de un corazón apachurrado
- María Fernanda Martínez Valdepeña
- 13 jul 2022
- 1 Min. de lectura
Por: María Martínez
Hoy es uno de esos días donde desperté y me sentía triste.
Sentía el corazón apachurrado y con ganas de llorar.
Tenía ya casi dos años y medio sin despertar y sentirme así (já, ventaja de ser soltera y no tener sentimientos hacia nadie). Me levanté de la cama, fui al baño e hice pipí como diario. Me vi al espejo y noté mi semblante triste.
"Venga, no te puedes poner así, tú eres lo más importante, lávate esa cara, vístete y sal a conquistar el mundo como lo vienes haciendo desde hace más de años", me digo a mí misma.
¿Por qué me siento así? ¿por qué me siento triste y decepcionada?
No quiero decirle a nadie cómo me siento, no quiero expresar esto que tanto me está doliendo, porque sé muy dentro de mi porqué me siento mal. Pese a que no me hice expectativas con él, me sentía desilusionada...
Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos mientras me preparo el desayuno.
No dejan de salir, es como si mi mismo cuerpo me tratara de decir que huya de aquello que me duele.
Recibo una llamada de mi jefa; automáticamente dejan de salir las lágrimas.
El dolor de mi corazón apachurrado se vuelve pasajero durante esa llamada.
Cuelgo.
Doy un sorbo a mi café y recuerdo que lo más bonito de la vida está en mi, a mí al rededor.
Hay un momento de la vida donde escribo tan increíble que me sorprendo de mí misma. Ese momento es cuando estoy mal, decepcionada, triste, con el corazón apachurrado.
Hoy fue un momento así, ni modo.
Comments