Aún te quiero y no sé por qué.

Escrito por: María M.

Alguna vez imaginé alejarme de alguien.

Nunca pensé que fueras tú.

Aún recuerdo todas esas noches que hablábamos por teléfono hasta casi dos horas. Reíamos, llorábamos, charlábamos...

Sé que quisimos intentar algo.

También sé que no lo logramos porque vivo a casi dos mil kilómetros de distancia.

Un día me llamaste, me dijiste que no podías estar conmigo.

Te alejaste de mí.

Lloré en silencio.

Lloré tres canciones y seguí adelante con mi vida.

Es martes primero de junio y recibo una llamada tuya.

Mi corazón late, late fuerte... se va a salir de mi pecho.

Llamo a mis amigas.

No contestan.

Problemas de dinero y peso corporal son los que envuelven mis días últimamente.

Bien, se sumó un problema más.

Él.

Decido contestar.

Ahí estás, con esa voz que me hace sonreír como tonta.

Después de 10 minutos de conversación sale el tema.

El tema que jamás tocaste conmigo.

El tema que asumiste que sabía.

El tema del que supe y no por ti.

Las lágrimas comienzan a rodar sobre mis mejillas.

Decido colgar la llamada y buscar una excusa lo más rápido posible.

Te escribo por texto.

Te miento.

Llego a casa, con lágrimas.

No puedo más, me duele, me cansa, me agota.

Tu llamada me hizo pensar / meditar las cosas que han pasado y decidí que aunque te quiero, y mucho no he terminado de aclarar mis ideas y sentimientos hacia ti. Por eso, creo que en este momento por mi paz necesito alejarme un tiempo de ti y con esto, te pido espacio.

Si tú aún lo deseas cuando yo me sienta lista te buscaré para seguir con nuestra amistad.

Deseo que te vaya muy bien, que mejore todo y que sigas creciendo y aprendiendo mucho

Aprieto los ojos muy fuerte, no quiero que sigan cayendo lágrimas.

Envío el mensaje.

Estás en línea.

Aún te quiero.

Te quiero y no sé por qué.

Con cariño,

Ferchis.