Adiós, me retiro.

Por: María Martínez

Siento como las lágrimas resbalan por mis mejillas.

A pesar de lo obscura que está mi habitación siento la luz que mi propio cuerpo quiere darme para hacerme recordar que mi brillo sigue, siguen incluso en las noches más obscuras, más tristes, más nostálgicas.

Es mi segundo día tratando de dormir pero el insomnio nuevamente está presente en mi vida.

Es casi la una de la madrugada y no dejo de llorar.

Quisiera ser tú, tan en paz, tan seguro de mí

Quisiera poder decir y sentir que estás conmigo porque me quieres, sin embargo no estoy segura de que lo hagas.

Aquí te digo lo que no puede salir de mi boca pero que si puedo decirte con palabras:

Me retiro de tu vida así sin más.

Me retiro de esos momentos llenos de risas.

Me retiro de tus labios.

Me retiro de tus besos.

Me retiro de esas noches a tu lado.

Adiós, me retiro.

Me retiro de esas noches de incertidumbre.

Me retiro de esos momentos donde veo lo que no debo ver.

Me retiro y ya.

Gracias, gracias, gracias.

Me permito a mí continuar con mi vida, con mi brillo, con mi luz, con mi compañía.

Me permito creer en el amor, en lo bonito que es y en lo bonito que será.

Tal vez no fue ni es nuestro momento.

Me retiro de estar con alguien que su pasado lo atormenta y persigue.

Adiós, me retiro.

No me escribas.

No me llames.

No me pienses.

Adiós.

Me retiro.